¿Ha oído hablar de la importancia de tener un “devocional diario”, un tiempo cada día con el Señor, pero la idea le parece un poco intimidante?
Quizá esté pensando: “¿Por dónde empiezo? ¿Qué tengo que hacer? ¿Y si lo hago mal?
Si estas preguntas le suenan, esta guía es para usted.
La verdad es que un devocional no es un ritual complicado, sino simplemente un encuentro intencional. Es tomarse un momento del día para silenciar las distracciones, abrir el corazón y conectar con Dios a través de Su Palabra y la oración.
Desmitifiquemos este proceso con 5 pasos prácticos para empezar hoy mismo.
Paso 1: Elija su “Lugar y Tiempo Sagrados” para el devocional diario
La coherencia viene de la rutina. No necesitas un lugar o un momento perfectos, sólo un lugar y un momento decididos.
¿dónde?
Busca un rincón tranquilo en tu casa. Un sillón, la mesa de la cocina antes de que se despierten todos, un balcón. Lo importante es que sea un lugar con el menor número de interrupciones posible.
¿Cuándo?
La mayoría de la gente prefiere las primeras horas de la mañana, para empezar el día con la concentración adecuada, o las últimas de la tarde, para reflexionar y calmarse. No hay ninguna regla. Elige lo que más te convenga y ponte una alarma si es necesario. La clave está en convertir esta decisión en un compromiso.
Paso 2: Reunir herramientas sencillas
No necesitas mucho, pero tener todo a mano ayuda a mantener el foco del devocional.
Tu Biblia
Puede ser la física o una aplicación de tu teléfono móvil (¡ponlo en modo “No molestar”!).
Un cuaderno y un bolígrafo
Escribir lo que Dios te dice es una de las partes más poderosas del proceso. No hace falta que sea un diario elaborado; un simple cuaderno es suficiente para anotar tus pensamientos, dudas y oraciones.

Paso 3: Utilizar el método P.L.M.O.
Para no sentirse perdido, una estructura sencilla puede guiar su tiempo. Una sugerencia fácil de recordar es el método P.L.M.O.
P – Preparación (1 minuto)
Respira profundamente. Reza una oración muy corta, como:
“Señor, abre mi corazón y mi mente para escuchar tu voz. Háblame a través de tu Palabra”.
L – Lectura (5-10 minutos)
No abras la Biblia al azar, eso nunca funciona. Para los que acaban de empezar, el mejor consejo es seguir un plan.
Empiece por el Nuevo Testamento. El libro de Juan o Filipenses son excelentes puntos de partida.
Lee un extracto o un capítulo corto. Lee despacio, prestando atención a las palabras que te llamen la atención.
M – Meditación (5 minutos)
Este es el momento de “rumiar” lo que has leído. Con el cuaderno en la mano, responde a preguntas sencillas:
- ¿Qué me enseña este pasaje sobre quién es Dios?
- ¿Hay un mandamiento que obedecer o un ejemplo que seguir?
- ¿Cómo puedo aplicar esta verdad a mi vida hoy?
- Escribe la frase o el versículo que más te haya conmovido.
O – Oración (5 minutos)
Ahora habla con Dios sobre lo que has leído y meditado. La oración se convierte en una continuación de la lectura. Da gracias por lo que has aprendido, pide ayuda para aplicar la verdad del día y entrégale tus preocupaciones.
Paso 4: Empezar poco a poco y ser realista
No tienes que hacer un devocional de una hora todos los días para que sea “válido”. 15 ó 20 minutos de forma constante es infinitamente mejor que una hora de forma esporádica. La calidad de tu tiempo con Dios no se mide por el reloj, sino por la sinceridad de tu corazón.
Paso 5: Tenga paciencia consigo mismo
Un día fracasarás. La rutina se hará más dura, aparecerá el cansancio. Y no pasa nada. No lo veas como un fracaso, sino como una oportunidad para volver a empezar al día siguiente.
El devocional no es una obligación para ganar el favor de Dios, sino una invitación a disfrutar de la presencia de Él, que ya te ama incondicionalmente.
Deberías disfrutar haciendo esto cada día. Es un hábito que genera grandes resultados para tu vida cristiana.
Empieza hoy mismo. Coge tu Biblia, tu cuaderno, busca tu rincón y empieza. A Dios le interesa más tu corazón dispuesto que tu actuación perfecta.
- Aroer – 10 de octubre de 2025
- Aijalom de Zebulun – 10 de octubre de 2025
- Aijalom de Dan – 10 de octubre de 2025